PRIMER DOSSIER - VI CICLO

La posibilidad de hacer una construcción simbólica desde la radio

Sandra Nicole Farro Sandoval

sfarros@unprg.edu.pe 

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

RESUMEN

Los tiempos actuales pretenden establecer pautas para mejorar y readaptar la construcción radiofónica a las necesidades de una audiencia cada vez más segmentada y participativa. Sin embargo, reinventar la radio implica mucho más que hacer cambios en su forma y distribución, sino que existe un fondo que lo vincula con los otros medios: la comunicación. Reinventar la radio y establecer construcciones simbólicas a través de ella solo dependerá de los radialistas para evitar la caducidad de un sistema con fórmulas históricas de narración, contenido y programación que son en esencia, parte del concepto radiofónico. El valor sonoro de la radio en los tiempos venideros radicará en eso, en una movilidad comunicacional dentro de una sociedad cada vez más dinámica para evitar la exclusión. 


PALABRAS CLAVE

Comunicación, radio, participación, desarrollo, discurso radiofónico, oralidad, periodismo.

INTRODUCCIÓN

Hay mucha gente que “habla por la radio”, pero poca la que “hace radio al hablar”.
La fugacidad de la radio es lo que la hace especial; es en aquellos breves instantes en los que el oyente realiza más de un procedimiento, pues no la tiene fácil: la labor de imaginar y construir imágenes mentales a partir del sonido no es siempre valorado de la manera que debería. Pero eso no es todo, pues el oyente busca. Si hay algo que en su imaginación no terminó de construirse, va y halla respuestas, se despierta su curiosidad e investiga aquello que su mente no pudo resolver. No obstante, es cierto que vivimos en el mundo de las imágenes y estas dan sentido a la comprensión del mundo que nos rodea, pero de ahí, parte que también tengamos que recuperar también el valor de lo sonoro, de la radio. 
El valor universal del sonido ha sido objeto de investigación desde ya varias décadas atrás, pero de lo que se tiene firme certeza es que las sensaciones emitidas a través de la voz humana, la música y los ruidos son inequívocas y hasta ambivalentes, pues, acompañado de la evolución y cambios de las sociedades, es que los medios han tenido que investigar, preparar, programar y reinventarse para poder reflejar a la sociedad en todas sus dimensiones.  

1. Un nuevo ecosistema comunicativo

Una realidad que es conocida, pero poco aceptada por todos, es que el siglo XXI se encuentra repleto de sociedades audiovisuales: personas que prefieren un estímulo visual para poder entender lo que escucha, donde resulta más atractivo el poder observar a detalle lo que ocurre que poder imaginarlo; de ahí la preferencia por la televisión sobre la radio; sin embargo, esto más que ser un problema representa un desafío para quienes se encuentran detrás de la producción radiofónica. Además de los aspectos técnicos y creativos, los cambios sociales, políticos y los nuevos estilos comunicativos han ido moldeando a este medio tan sensible y flexible a la vez, por lo que a pesar de que sean diversas dimensiones las que afectan su práctica, el futuro de la radio depende de sí misma y de su relación con la sociedad. Además de acompañarlo, debe conectarlo globalmente, debe seguir ganando la credibilidad que la caracteriza como medio de comunicación. Las programaciones radiales han inspirado tradicionalmente una gran confianza entre sus seguidores posiblemente porque la mayoría de los locutores se dirigen al público de tú a tú, les despiertan por la mañana, les acompañan durante la noche, conversan con ellos, les hablan casi siempre, con un halo de naturalidad y amistad que difícilmente se aprecia en otros medios audiovisuales, el crear un lazo de intimidad.


La radio en todas partes. Fotografía: Sandra Farro

1.1. El discurso radiofónico

El poder de sugestión que tiene la palabra hablada y la música hacen entender que la radio, más allá de sus aspectos técnicos, es un instrumento de expresión que sirve para extender los alcances de la comunicación oral. Dentro de esta misma línea de pensamiento es que se establece que la oralidad resulte incluso más compleja de la que se piensa, y más aún ajustándose a los parámetros de la radio, donde el mensaje está pensado y producido, es decir, preparado para ser expresado y salir al aire. 

Hay una serie de características predominantes que son decisivas a la hora de construir un relato sonoro. Se trata de las funciones básicas del lenguaje verbal, las que dan significado a las diferentes situaciones comunicativas que reflejan la esencia, los roles y los estados de ánimo de los personajes que intervienen en un relato radiofónico [...] (Soengas, 2005, p. 118)

A lo que hace referencia Soengas en su investigación titulada “El discurso radiofónico. Particularidades de la narración sonora” es a las funciones básicas de la comunicación (informativa, interrogativa, exclamativa, imperativa y reflexiva) para moldear el discurso radiofónico según los objetivos del propio mensaje para con los oyentes.


    Fuente: elaboración propia

1.2. Formas de expresión verbal

Al ser un componente unisensorial, la agudeza de quien produce el contenido debe ser aún mayor para lograr incitar a la evocación de sensaciones. En este sentido, la oralidad como vínculo esencial de la radio no podría dejar de trabajarse bajo los conceptos de espontaneidad e inmediatez, porque a pesar de que en su mayoría los contenidos sean preparados previamente, no todo lo que sucede en la radio sucede como lo planificado, por lo que se tiene que recurrir al recurso de la improvisación, que a pesar de ser un acto espontáneo, tiene una lógica y sus reglas.

La narración radiofónica se enriquece gracias a las múltiples posibilidades combinatorias de las diversas fuentes sonoras que se utilizan, ya sean de la misma naturaleza (varias voces) o de naturalezas distintas (voz, música o efectos). Y en esa mezcla heterogénea hay un enriquecimiento doble: por una parte, la naturaleza particular de cada fuente favorece la heterogeneidad estética y de contenidos, y, por otra parte, la alternancia de elementos genera ritmo de forma automática.  (Soengas, 2005, p. 107) 

Existe una gran cantidad de elementos narrativos que componen un mensaje, que resultan decisivos y condicionan la construcción de contenidos en la radio; estos son utilizados según la situación comunicativa que se presente, puesto que los niveles de exigencia y las reglas son muy diferentes en cada caso. Sin embargo, una realidad en la que hay que aterrizar es que con el paso del tiempo, las masas han influido a sobremanera en el tipo de lenguaje que quieren escuchar: no quiere un lenguaje ‘correcto’ pero desconocido, sino uno que refleje su esencia como sociedad, que los haga saber que están siendo escuchados y que testimonie su evolución y cultura.


2. Qué radio para qué comunidades

Para las comunidades tradicionales, que aún ponen su eje de la transmisión cultural en la palabra hablada, la radio es de vital importancia. Esto se debe a que como medio de comunicación masivo, la radio es el que más cercanía tiene con sus formas de comunicación. Es el sonido, la palabra, los elementos que se difunden a través de este medio lo que hacen de la radio una herramienta indispensable en el proceso de recolección y difusión de la cultura. Además, es el medio masivo de comunicación, que más respeta y se aproxima a las tradiciones que los pueblos originarios latinoamericanos aún conservan como herencia histórico-cultural. Por ello, se cree que la radio tiene la condición histórica, de ser compiladora y almacenadora de experiencias, voces e historias. De esta manera encontramos una de las razones por las cuales este medio se acerca de una forma tan arraigada a la sociedad. Por otro lado, al saber que existen diversos géneros radiofónicos que se mueven en diferentes espacios y para diferentes comunidades, se puede comprender la producción radiofónica como un proceso que encierra distintos momentos 

[…] Los géneros radiofónicos son grandes clasificaciones de la producción, que trascienden la misma radio, pero que asumen formas particulares por las características del lenguaje de este medio. Los géneros son “modelos” que implican leyes de producción y crean hábitos de percepción. Una de las clasificaciones posibles propone la distinción de tres géneros radiofónicos: género dramático, género periodístico y género musical. 

2.1. ¿Para qué hacemos periodismo?

Según López, citado por Rodríguez (2009), esta pregunta deriva en tres respuestas concretas:
  • Informar para formar. El género apunta directamente a la formación de opinión pública. Frente a una misma cuestión no hay una única corriente de opinión, sino varias.
  • Informar para inconformar. Buscamos cuestionar y cuestionarnos, denunciar las desigualdades e injusticias. La información provoca que las personas nos sensibilicemos sobre los problemas y actuemos para resolverlos.
  • Informar para transformar. La formación de la opinión pública nos moviliza e influye poderosamente en las decisiones que todos tomamos día a día.
Dentro de su función democrática, el género periodístico es aquel que se estructura en torno a la “realidad”. Es decir, está formado por todas aquellas producciones que dan cuenta de lo que ha acontecido. Sin embargo, es debido a su misma función informativa que este género es uno de los más complicados de tratar, pues no solo debe cumplir con las exigencias naturales del medio, sino también debe incluir un trabajo periodístico que parte desde la selección de fuentes, jerarquización y tratamiento de la información, porque a pesar de que se quiera hacer un retrato preciso de la sociedad, no se logrará más que un reflejo, una pequeña parte de lo que sucede realmente. Y pese a suceder en todos los medios, la ética y labor periodística exige que se haga el mayor acercamiento posible a la objetividad, sin hacer una apología en vano, saber reconocer qué hechos son noticia, y qué es lo que contribuiría positivamente a la formación de una opinión pública consciente de su realidad y coherente con la toma de decisiones. El periodismo radiofónico tiene su fuerza en la concepción tradicional de la información, pero ya no puede quedarse solo en ella. Tiene que aportar también soluciones a las necesidades inmediatas. Junto a los programas de noticias, se han desarrollado los magazines que abordan temas de interés sobresaliente y de interés humano y se han ampliado los análisis y comentarios mediante las tertulias; es su base fuerte y de momento con gran especificidad por la rapidez, por la vinculación inmediata con la audiencia. Pero además de ser difusora debe incorporar la interactividad, como respuesta a las necesidades informativas inmediatas, cotidianas, utilitarias. La innovación técnica así lo hace. En suma, convertirse en un medio expresiva e informativamente multimedia.

3. Cultura y comunicación

“Comunicación y cultura son esenciales dentro de la escena política, ya que le permiten recuperar a esta última su dimensión simbólica, es decir, la capacidad de representar el vínculo entre los ciudadanos y el sentido de pertenencia a una comunidad, como así también la búsqueda de nuevos espacios de democratización, que va ligada al diseño y a la práctica de políticas ciudadanas de comunicación”. (Alvarez, et al., 2016. p. 27) 

Así, la construcción ciudadana aparece como un puente articulador en la trama de relaciones entre comunicación, cultura y política. Sin embargo, apostar por una propuesta de desarrollo es una opción más que una obligación; de hecho, las primeras propuestas de radio ciudadana surgieron desde la necesidad de alfabetizar, educar, sensibilizar a las mayorías populares del campo y la ciudad, apuntando a dar sentido a una nueva noción de desarrollo, orientado a la construcción de una sociedad más digna e igualitaria. Por ello, según la propuesta de la comunicación ciudadana, el principal sujeto de cambio y acción es el pueblo. Desde esta visión, la construcción de conocimientos es entendida como un proceso colectivo, donde los sujetos ponen en juego los saberes adquiridos en el marco de su experiencia y relaciones sociales. Es a partir del rescate de esas experiencias que se fortalece el tejido social y las identidades colectivas. 

3. 1. Enfoques de desarrollo

Según Hoeberichts y López (2001) el desarrollo se puede entender desde las siguientes visiones: como crecimiento económico, para la redistribución de la riqueza, como transferencia de tecnología, y como participación con decisión. A pesar de que los tres primeros enfoques tengan sustentos razonables, el autor sostiene que el pilar de todos ellos, es el desarrollo humano: 
“Una propuesta de desarrollo que primero parte por tomar en cuenta a la gente, con sus iniciativas, capacidades, necesidades y sentimientos la denominamos como ‘desarrollo humano’”. Sin embargo, esta propuesta diversos obstáculos como el centralismo, neoliberalismo y autoritarismo. De todas ellas, se podría decir que la que más es evidenciada en el día a día es el centralismo; en palabras del autor: 

“Las poblaciones locales no son vistas como generadoras de propuestas y se les limita el derecho de proponer, de decidir y de actuar. Se les asume como geográficos y humanos que solo reciben la ayuda y la orientación del Estado y así genera un asistencialismo y una mayor dependencia de la ayuda externa”. (Hoeberichts. 2001, p. 14). 

Siendo así, el éxito o fracaso de una propuesta de desarrollo parte por reconocer que las personas tienen su propia individualidad, aspiraciones y necesidades, por tanto, se buscaría atenderlas a través de su programación. Además, las radios comunitarias como espacios comunicativos tendrían la labor de abrir espacios de diálogo para promover la libertad de expresión. Asimismo, su éxito se mide en la cantidad de acciones que realice y la calidad de estas. Es decir, de sus organizaciones, concertación entre los actores sociales y espacios de diálogo y fiscalización. “La mayoría de las radios comunitarias forman parte de Organizaciones no Gubernamentales, que además de sus proyectos radiofónicos, desarrollan otras actividades y proyectos relacionados directamente ó no, con sus propuestas comunicativas”. (Cohen, 2011, p. 30) 

4. Luces para un nuevo escenario radiofónico

La relación de dependencia del medio y su contenido, respecto de la técnica, impiden que reinventar la Radio sea una simple operación de maquillaje, como las llevadas a cabo actualmente por algunos diarios, revistas, emisoras en la red de todo el mundo. Se trata de algo mucho más profundo: no hay que adaptar; hay que reinventar desde otra realidad comunicacional, económica, técnica y social. (Faus, 2006, p.6)

 


Un antes y un después. Fotografía: Sandra Farro

4.1. ¿Solo música, noticias o algo más?

Si bien a partir de la década de los 90 la convergencia digital propició en la radio, intercambios y combinaciones inéditas en términos de los contenidos y lenguajes, con nuevas posibilidades expresivas, narrativas y estéticas, en la última década, nuevos cambios favorecieron la formación de redes que modificaron la producción, la programación y las tareas en las radios por cuanto se comparten producciones con otras emisoras, se usa internet para compartir información, se dispone de más música, se puede transmitir on line. Es decir, las nuevas tecnologías generan cambios no solo en la transmisión sino en la producción y por supuesto en la recepción y el uso de la radio. Sin embargo, si de radios comunitarias estamos hablando, el debate y la discusión no debe centrarse en las tecnologías, sino en las implicancias sociales de las mismas, es decir, en la posibilidad de democratizar la palabra como punto de partida. 
El compilado expuesto por Las Otras Voces (2005), muestra la siguiente perspectiva al respecto:
Algunos especialistas piensan que las nuevas tecnologías de la comunicación abren brechas, más que cerrarlas; otros piensan que simplemente ponen en evidencia brechas sociales, culturales y económicas que ya existen. Muchos otros consideran que si las políticas de Estado promovieran la inclusión de las tecnologías de comunicación en las escuelas, en las organizaciones de la sociedad civil (tecnología acompañada de capacitación y de desarrollo de proyectos locales), representarían oportunidades para achicar las brechas no solo tecnológicas, sino de comunicación, de conocimiento y, a largo plazo, también sociales. (p. 19) 

4.2. Educomunicación

Teniendo como objetivo la planificación, creación y desarrollo de ecosistemas comunicativos mediados por el uso de tecnologías de información y de los procesos de comunicación, este tipo de involucramiento comunitario tendría como acciones específicas: 
  • Promover mayores niveles de autonomía de las radios respecto de las escuelas.
  • Propiciar la reflexión conjunta sobre el derecho a la comunicación; los derechos de niñas, niños y adolescentes y el sentido de lo comunitario y lo educativo.
  • Fortalecer las radios como espacios culturales, recreativos, sociales.
  • Promover la reflexión sobre las audiencias y la definición de públicos de las radios, para fortalecerlas como medios de comunicación, y no únicamente como herramientas pedagógicas.

Conclusiones

Así es la radio. Un medio con un gran potencial participativo que se diferencia de los demás por crear conexiones, vínculos y emociones desde el primer segundo. Sin embargo, esta misma relación que crea con el oyente necesita ser pensada y redefinida; las razones han sido sustentadas a lo largo de este artículo, donde el discurso radiofónico y el nuevo ecosistema de la comunicación, resaltan como principales protagonistas y motivos para despegar ese cambio. Entonces, redefiniendo el concepto que se busca de desarrollo, podremos proponer ‘nuevas narrativas’ para dar sentido y realismo a todos los productos comunicativos que se emitan. Es entonces donde puedo afirmar que la innovación y experimentación son dos elementos que seguirán acompañando a la radio en la búsqueda de mantenerse como un medio social y masivo producto del trabajo humano y técnico; ambos factores deben poseer grandes dosis de sensibilidad y creatividad, para que su labor llegue a trascender los resultados de un mero intérprete y consiga un grado de expresividad profundo.

Vídeo ilustrativo


Referencias












Comentarios

  1. Sandra,
    Tu paper, encausado desde su título en la construcción simbólica, no se adentra con argumentos constantes en esa afirmación desde la lógica de la "construcción" en la perspectiva de las comunidades no virtuales.

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